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Electronic Arts, comprada por el fondo saudí de Scopely (Pokémon GO, Monopoly), el marido de Ivanka Trump y Silver Lake

El título de este artículo no podría ser más autoexplicatorio. Electronic Arts, el gigante de los videojuegos (Los Sims, EA Sports, Apex Legends, entre muchos otros) ha sido comprada por 55 millones de dólares. Es la segunda compra más grande de la historia de los videojuegos, y una de las más grandes en la industria del entretenimiento, y se ha fraguado gracias a tres partes diferentes que se han unido:

Por un lado, está la PIF (el fondo de inversión público de Arabia Saudi), muy conocida ya en el mundo de los videojuegos, pues genera muchas polémicas con cada una de sus compras. El fondo inversor del país tiene el plan de diversificar los ingresos del petróleo en otros activos. Se centra en distintos ámbitos de la industria del entretenimiento, como el fútbol, la WWE y, sobre todo, los videojuegos. Ya antes de la compra de Electronic Arts tenían un 10% de las acciones de la empresa, y habían comprado unas cuantas más. Compraron, por ejemplo, SNK, la creadora de la saga Metal Slug; Scopely, Niantic (a través de Scopely) e invirtieron en empresas como Take Two, Capcom, Nintendo…

Por otro lado tenemos a Silver Lake, una firma estadounidense especializada en tecnología. Esta empresa es, actualmente, la dueña de DELL, entre otras marcas conocidas. También han hecho inversiones en Skype, Twitter o Unity. Básicamente, invierten en empresas relacionadas con la tecnología en las que creen que hay potencial de crecimiento. Por ello, no es de extrañar que inviertan en Electronic Arts, una empresa ya asentada, con ingresos estables e IPs muy conocidas que siguen vendiendo bien con cada título o DLC que presentan..

Por último, el tercer actor de la compra de EA es Affinity Partners, un fondo de inversión con sede en Miami y fundado por Jared Kushner, el marido de Ivanka Trump y, por tanto, yerno del presidente de los Estados Unidos. Es el que menos ha invertido del trío, y lo más curioso es que gran parte de su fondo actualmente procede también de la inversión que el Fondo de Arabia Saudí ha hecho sobre él. Affinity Partners, principalmente, invierte en start-ups israelíes, en el sector financiero, en temas como el fitness… Desde luego, esta compra es algo que escapa un poco a su patrón de actuación.

¿Qué implica esta compra?

Electronic Arts dejará de cotizar en bolsa con esta compra y pasará a ser una empresa privada, algo que llevaban tiempo buscando. Al cotizar en bolsa, Electronic Arts tenía que publicar cada tres meses sus datos fiscales y reunirse con sus inversores, y ahora ya no tendrán que dar justificaciones a sus accionistas y podrán actuar libremente, sin rendir cuentas.

Sus tres compradores están especialmente interesados en la marca EA Sports (particularmente el fondo saudí, que ya tiene mucha participación en fútbol), pero además creen que EA es una empresa muy estable, de las pocas en la industria, y tiene ingresos predecibles, porque todos los años sacan los mismos juegos y siempre funcionan bien. Por ello es interesante, para ellos, como inversión a largo plazo.

¿Qué puede cambiar en EA tras esta compra?

EA tiene intención de mantener su sede y a su CEO, por lo que en principio no van a cambiar las cosas a corto plazo. El recibir tanto dinero a través de la compra también podría implicar que Electronic Arts pueda invertir más esfuerzos en crear nuevas IPs o ampliar su oferta de videojuegos, pero también tiene una cara oculta que suele ser bastante negativa.

El problema, principalmente, es que la compra es apalancada, es decir, que parte del dinero no lo han puesto sus compradores directamente, sino que se ha conseguido a través de un préstamo. Al menos 20 millones de los 55 que se han cerrado en la compra procederán de ese préstamo, por lo que hay una gran cantidad de dinero que tienen que poder recuperar a través de los beneficios que genere la empresa. Históricamente, cuando se hacen compras de este tipo, se obliga a las empresas adquiridas por estos medios a que reduzcan gastos o vendan activos para aumentar sus beneficios y poder saldar esta deuda. Es decir, que si las cosas empiezan a ir mal, EA podría empezar a vender sus juegos para poder cubrirla.

Sin embargo, los compradores apuestan claramente a que esto no sucederá, pues con unas marcas tan asentadas en EA, los beneficios esperados deberían cubrir esta deuda sin problema. Al final, esto es una inversión, así que habrá que esperar para ver si el desarrollo es tan positivo como esperan.

Es difícil saber con exactitud qué es lo que pasará, pero en principio, a corto plazo no va a cambiar nada, pero a largo plazo puede que en Electronic Arts tengan que hacer movimientos para aumentar sus beneficios. Esperemos que esa inyección tan grande de dinero sirva para que podamos ver proyectos descartados volviendo a la luz, apuestas más arriesgadas por parte de la marca y, en definitiva, beneficios para los jugadores.

¿Qué opináis de este movimiento tan potente?



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